(del laberinto al treinta)


martes, 15 de mayo de 2007

Mi níspero

Fiel a su condición de árbol frutal y de regulares costumbres, mi níspero, de quien hoy hace un año ya os hablé, ha vuelto a ofrecerme la gloria de sus dorados frutos. Le acompaña Mocasín, el gato cabrón que me tiene las pantorrillas esgalazás.

1 comentario:

Azul... dijo...

Me hiciste recordar una plantita de orquídeas que mi madre tenía en Caracas, cuando me fui de casa, me la regaló y desde siempre, cada 15 de Julio, por mi cumpleaños, me daba no menos de 18 orquídeas... Cuando tuve que venirme a España, en Febrero de 2003, se la dejé a alguien a quien se le dan muy bien las plantitas... la plantita murió en Julio de ese mismo año...

Que lindo que nadie nos pueda quitar la esencia de las cosas hermosas que rozan nuestra Vida, ¿verdad?

Un bessito

PD) Allá también dejé a mi gatito siamés, se llamaba Fedor (es que de chico era casi un crimen y un castigo je)