(del laberinto al treinta)


viernes, 24 de abril de 2009

¿Comprarías ciegos a medias con Rosa Aguilar? o el PSOE sí paga a traidores.

Reconvirtiendo la célebre prueba que usan los gringos para medir la fiabilidad de un político que invita a decidir si se le compraría al examinado un coche usado, en España, más modestamente invitaríamos a decidir si compraríamos con el político en cuestión a medias un cuponcito de ciegos o un decimito de lotería, permitiendo que él lo guardara.

¿A qué extremos de miseria moral puede llegar la que pasa incomprensiblemente por izquierda española que coloca al frente de los intereses de todos los andaluces a una persona con la que una vez estudiadas friamente sus actuaciones de los últimos años muy poca gente compartiría la suerte de su fortuna, cuyas actuaciones apuntan claramente y cada una a su condición de piratona mangui, de poco fiable, dada a quedarse con todo y dejar tirado a todo aquel con quien comparta complicidades?

Como ya ALBERTO ALMANSA en su blog ha desgranado uno por un todos los datos objetivos que podrían avalar los merecimientos al desprecio universal de la exalcaldiosa de Córdoba, su exacta colocación en el cajón de la mala gente, me limitaré a añadir un par de pinceladas más.

Yo no hablaría de traición, como muy bien anota mi contabernario Porca Miseria en LA CALLEJA, aunque me venga bien para titular esta entrada, porque realmente IU se ha aprovechado de Rosa Aguilar para dilapidar abundantemente una oportunidad de ejercer el poder en algún sitio y es tan responsable de la mentira que ha supuesto la persona de la alcaldiosa como ella misma, puesto que tendrían que haberle dado la patada o pedirle amablemente que se largara tras su segunda o tercera meada fuera de tiesto y no aprovecharse de su método de ganar votos subvencionando cofradías, peñas casposas y refregándose (es una metáfora, claro) unos minutos con las marujas de los barrios en los peroles populares, siempre con prisas porque tiene cita con el obispo, su director espiritual.

No, Rosa Aguilar no es una traidora, es sólo una mala persona, alguien que nunca hace las cosas por derecho, que no guarda el protocolo mínimo exigible con los amigos, ni da la cara decentemente jamás cuando en la propia casa le llaman la atención por romper los muebles. Que se escabulle siempre si puede por la puerta trasera del restaurante con la excusa de ir al servicio a la hora de pagar la cuenta en una comida de compañeros.

Sólo tres detalles:

Rosa Aguilar no pidió la baja del Partido Comunista. No envió a la secretaría un escrito declarándose no representada por la línea del partido. No. Dejó de pagar. Se autoinfligió sin inmutarse la ignominia personal de que la echaran por morosa, sin dar la cara. Sólo ese detalle bastaría para catalogarla moralmente.

Rosa Aguilar colocó públicamente su amor por Córdoba (y de paso su legitimidad política) al mismo nivel que el de Antonio Cruz Conde, alcalde franquista y el representante más conspicuo del caciquismo falangista, alguien que necesitó que le eliminaran a 7.ooo cordobeses para consumarlo, mientras negaba el permiso para abrir las fosas de los fusilados por los compinches del cacique.

Rosa Aguilar ha dado una muestra exacta de su catadura moral en la forma en que ha gestionado su transfugismo. A espaldas totalmente de su formación política. Independientemente de los desencuentros que pudiera tener con ella hay una cosa que se llama educación, de la que siempre presume que le inocularon las monjitas de las Francesas, pero que debió perder en algunos de sus muchos danzones con gente de calaña moral dudosa como empresarios corruptos, curas banqueros trabucaires y obispos jesuitas. Falta de educación, pura y dura.

En los años de plomo del franquismo nos machacaban las neuronas y la moral con una historieta que venía en la Enciclopedia Álvarez. Aquella de Viriato fue un pastor lusitano que tuvo en jaque a los romanos... Roma, como no consigue vencer en buena lid al bravo guerrillero compra a sus tres generales para que lo maten. Una vez asesinado, los infames van a cobrar y el cónsul romano los manda ejecutar cincelando para la eternidad la célebre frase de Roma no paga a traidores. La intención pedagógica de tal historia era inocularnos el sentido del honor, un sentido del honor en el que curiosamente se cagaban diariamente los propios inoculadores. En ella sólo quedan como deshonrados los traidores. Hasta Roma, a pesar de la sucia añagaza se cubre de honra con el desenlace.

Traspasando la historieta a la historia reciente de Córdoba todo el mundo queda deshonrado. Hasta Viriato/IU, que mantuvo a los generales/Rosa que lo sostenían en el poder incluso sabiendo que un día lo asesinarían. Y Roma/PSOE no sólo consigue meter un buen topo/Blanco en Lusitania/Córdoba, una inconquistable plaza hasta entonces en manos de un grupo de extraños irreductibles guerrileros sino que no tiene ningún escrúpulo en recompensar a los traidores/Rosa con un buen bolsón de denarios/consejería de la Junta.




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5 comentarios:

Rafael Jiménez dijo...

Imposible no estar de acuerdo contigo, Manuel. Se trata de un caso de (anunciado) transfuguismo inmoral. Lo siento por la gente honrada que hay en IU y por nuestra ciudad a la que ha dejado empantanada en chanchullos y mil proyectos sin terminar, menospreciada y traicionada.

Lansky dijo...

El transfuguismo es una coletilla cómoda que no dice demasiado y explica menos. Yo creo que el PSOE ha ido cumpliendo en este país el mismo papel (secante o absorbente) con la izquierda nominal que el PP con la derecha. Se ha dicho, y es muy cierto, que la principal virtud del PP ha sido acabar con la extrema derecha, absorbiéndola y al precio de ser ella misma la extrema derecha. De idéntica forma, IU y el PCE, que no necesitan enemigos, -les basta consigo mismos-, han ido diluyéndose en el PSOE y el caso de Rosita la Soltera es sólo el último por el momento. El resultado final, como la teoría de los vasos comunicantes, son dos partidos hegemónicos que cada vez se parecen más entre sí. Además: parece ser que nuestra 'heroina' sabía que iba a perder las elecciónes sí o sí, porque IU iba a perder y porque no la iban a presentar a ella como candidata. Y se ha seguido buscando la vida en el refugio más obvio.

David dijo...

Córdoba va a ser gobernada desde la consejería de Obras Públicas. No se puede descartar que en breve veamos al nuevo alcalde, Ocaña, junto con Rosa Aguilar y los concejales del PSOE, inaugurando alguna nueva maqueta.

harazem dijo...

Totalmente de acuerdo contigo, amigo Lansky, pero a pesar de la propia incapacidad de IU y el PCE por generar discursos coherentes está la repugnante ley electoral creada deliberadamente para producir el bipartidismo más puro, con lo que supone de antidemocrático que opciones terceras o cuartas no tenga la más mínima posibilidad de ocupar el espacio político que les corresponde lógicamente. Es decir una parte importante de la población está discriminada electoralmente. Es un apartheid absolutamente intolerable que todos esos políticos mierdas encorbatados consideran normal. Y la principal víctima no es tanto IU, como la razón democrática y la igualdad ante la ley

En cuanto a lo de la Tocata y Fuga de Rosita, lo marranesco no es tanto el derecho a cambiar de empresa que asiste a todo el mundo, sino la forma como lo ha hecho, dejando el trabajo por el que estaba siendo remunerada a medias. Lo explicó meridianamente Almudena Grandes ayer:

Rosa Aguilar ha buscado una salida personal distinta, en apariencia más brillante, pero también más deshonrosa, si llamamos a las cosas por su nombre. Porque es vergonzoso que un cargo público elegido en las listas de un partido abandone su responsabilidad en medio de una legislatura para integrarse en un gobierno de otro partido, contra el que votaron sus electores al votar por ella. O, mejor dicho, en otras épocas habría sido vergonzoso. Ahora, hasta habrá quien lo califique como sentido del Estado.

Lansky dijo...

Sí, la ley electoral vigente es una vergüenza.