(del laberinto al treinta)


jueves, 9 de abril de 2009

Izquierda Unida Cofrade

© Fotografía: Álvaro Carmona, fotógrafo de El Día de Córdoba


La imagen más feroz de esta semana presuntamente santa será ya para siempre en Córdoba la del último rojo, en este caso roja, rindiendo armas ante la Superstición Católica victoriosa. En la foto aparecen dos concejales de IU del Ayuntamiento de Córdoba haciendo estación de penitencia en una procesión católica y portando sendos báculos cofrades.

Uno es el de Movilidad (se supone que de pasos y tronos), José Joaquín Cuadra, costalero de una cofradía católica, es decir un caso clínico de manual de incoherencia ideológica aguda con complicaciones estéticas graves por uso inmoderado de gomina.

La otra, la de Educación e Infancia, Elena Cortés, que el año pasado desde su balcón protagonizó una supuesta falta de respeto a los cofrades que pasaban bajo su balcón paseando un ídolo, colocando un NO pintado de la baranda y haciendo sonar una sirena. Tras la previsible biliosa reacción de los cofrades, la supuesta ofensora fue inmediatamente llamada a capítulo por la alcaldiosa, Rosa Aguilar, también, como todo el mundo supone, de IU, aunque salida del armario hace años confesándose católica practicante, entusiasta cofrade, con director espiritual mitrado y seguidora del pedorro equipo de pelotistas local, y obligada a humillarse pidiendo perdón a los correosos dirigentes de las Hermandades y Cofradías.

Y este año se ha sabido por fin el alcance de la penitencia que le impuso la Reverenda Madre del convento municipal, esa Bernarda Alba vestida usualmente de Tío Pepe, que mantiene con mano de hierro el bocado de las alborotadoras niñas de Capitulares, a la díscola muchacha del NO y la sirena.

Aunque tal vez nunca alcancemos a saber si lo que le ha ocurrido a Elena Cortés ha sido una auténtica una caída en el camino de Damasco y pertenece ya al grupo mayoritario municipal de excomunistas y ahora católicos renacidos con que se ha rodeado la alcaldiosa para ayudarse en la alta misión apostólica que le ha impuesto su Spiritual Coacher, Monse Asenjo: convertir IU en un partido confesional y a ella misma en la Papisa Rosa, título especular pero más acorde con los tiempos del que llevara su antiguo mentor Julio Anguita, El Califa Rojo. El premio no vendrá en el otro mundo, sino en este, con el perdón de sus pecados y de la enorme deuda, no precisamente moral, que atenaza a la formación con la Banca que lleva en el logo al Espíritu Santo.

Sea como sea, la entrega de la cabeza de la Cortés estaba pendiente y conociendo las ciliciales aficiones de la Papisa la penitencia impuesta a la díscola concejala de procesionar catecuménicamente de la mano del exrojo cofrade engominado armada de báculo cristofascista no sólo consistió en servir de carnaza y hazmerreír para los orodentados dirigentes de las Hermandades, sino que exigió una más meritoria humillación. Un soplo de fuentes cercanas al conventillo hablan de que fue puesta en la tesitura de elegir entre tres mortificaciones: colocarse una peina y mantilla española, procesionar descalza o hacerlo con un puñado de garbanzos en los zapatos. La atribulada concejala eligió la última de las opciones sacrificiales, sin saber que la Papisa supervisaría el proceso, sacando personalmente del paquete de Hacendado los garbanzos mortificadores e impidiendo que la listilla los sacara de la olla del potaje (de vigilia, claro), como tenía pensado hacer. Claro que por la beatífica cara que muestra en la fotografía cualquiera diría que al final la catecúmena Cortés acabó encantada con el castigo.

Ahora habría que preguntarle si realmente conoce el alcance de su sacrificio. Como los mafiosos que esclavizan a los ciudadanos normales haciéndoles cómplices de sus delitos, así ya todos los miembros del equipo municipal de izquierdas del Ayuntamiento de Córdoba están contaminados por su participación en manifestaciones ilegales en contra de una progresista proyecto de ley del gobierno. Todos llevan ya su lazo blanco. Podrán armar todas las piruetas clarificadoras que quieran pero las Cofradías, indivisiblemente Iglesia como dependientes directamente del Estado Vaticano, un estado que mantiene un apartheid de las mujeres peor que el de Arabia Saudí, se han lanzado al activismo político mostrando unánimemente su rechazo frontal al proyecto de ley del aborto, una ley civil que sólo pretende liberar de una puta vez a los no católicos (y a los católicos que quieran) de la imposición como universal de la moral católica. Físicamente o no el lazo está claramente colgado en la intención y en la declaración. Por lo tanto participar en una manifestación cofrade significa portar el lazo blanco en todo el centro de cada moral individual. Y tratar de justificar eso sería como justificar que un directivo de la Asociación Protectora de Animales se hiciera banderillero o participara en los lanzamientos de pava desde una torre con la excusa de que son ancestrales tradiciones del pueblo.

Es cierto que la inmensa mayoría de la gente que se disfraza de nazareno o se junta en cuadrilla bruta a levantar pesos sagrados son niños o jóvenes que se toman el asunto como una diversión festiva a caballo entre el carnaval y fiesta del pueblo, carecen de formación política y sirven inconscientemente a los intereses de las oscuras fuerzas reaccionarias clericales, amén de contaminarse con sus catequesis disfrazadas, pero por eso mismo aquellos que sí que tienen la obligación de adquirir y extender una formación política progresista deberían ser más consecuentes con sus manifestaciones y anteponer siempre las bases ideológicas de sus proyectos a la mera adquisición de votos por la vía del populismo aguardentoso. Dignidad versus votos podridos. Pero ya nos lo demuestran a las claras la calaña moral de sus excelencias, de todas, ya sin excepciones.

Hoy Elvira Lindo se chotea de los capullos políticos de izquierdas que por practicar el más grasiento de los populismos desde los 80 se ven inmersos ahora por el ataque traicionero del facherío católico con el lazo blanco, en un cacao ideológico y en una empanada moral que sólo la acendrada hipocresía que les es consustancial logrará dejarlos dormir sin pesadillas.

Pero eso son cosas del relativismo moral del posmodernismo, como dice Susan B16, que no entendemos los radicales (aún) a sueldo de Moscú.



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  1. ELENA CORTÉS SOMOS MUCHOS (I)
  2. ELENA CORTÉS SOMOS MUCHOS (II)
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14 comentarios:

Mike dijo...

No te imaginas lo feliz que me haría que colgases una foto del montaje patriótico del alegre purista en su balconada. Respecto a lo de Elena,..., clara penitencia que deberéis pasar todos vosotros ateos sinvergüenza la próxima Semana Santa. Hala venga, empezad a hacer penitencia por todas vuestras maldades, saaaaaaaaaaaaaaaaaaaalveeeeeeeeee, nianinonanonieeeeeeeeeeeenooooooooooooo, y ya no me sé más...

Isaac dijo...

Plas, plas, plas (aplausos).
Brillante, Manuel.
Un abrazo.

Duarte dijo...

Causa cierta desazón; y no tanto por el asunto del clero: su influencia real/control ideológico es que son banqueros apoyados por una organización de cuadros en privilegiado acuerdo con el Estado, pero una tendencia probable es que no aguanten los embites de la posmodernidad y se (auto)liquiden en dos generaciones. Lo preocupante, para mí, es el otro espacio descrito, el que se piensa revolucionario de lo instituido. Que Cortés firme su confesión, como en la peli de Gavras, me recuerda tiempos pretéritos y un texto de Zizek: Bujarin con los ojos llenos de lágrimas, la autocrítica travestida en confesión, el error en pecado, la rectificación en penitencia.

Y la pregunta siempre vuela: ahora, ¿qué? ¿Sólo la impotencia?

Victorio dijo...

Magnífica entrada Manué...

Se ve que la srta. Helena ha estado todo el año de penitencia, y ahora lo demuestra con esas poses de semanasantera...

¡¡Cuanta hipocresía, señores!!

¿éstas perchas (según su ideario) son las que nos van a cambiar la sociedad?

Y una santamierda para ellas, y no dejan de ser unas trepas del carajo, lo demuestran con sus incapacidades y servilismos.

Pues nada, que sigan tragando... que así demuestran sus valías como lo que son: unas papanatas.

Salú...

miguel dijo...

En esta Semana Santa he visto cómo un costalero daba órdenes a la Policía Local. Y es que, cuando los bomberos estaban echando abajo la planta superior de la casa en ruinas de San Pablo, J. J. Cuadra se separó un momento de sus hermanos porteadores para dar las instrucciones pertinentes a la Policía Local allí existente con vistas a organizar las medidas necesarias.

Un cuadro alucinante.

David dijo...

Muchos y muchas fuimos quienes en su momento llamamos la atención sobre la torpeza de Elena Cortés de efectuar su gamberrada a cara descubierta. La falta de entrenamiento en la labor clandestina convirtió en chapuza y tropezón una gamberrada legítima en su momento (la sirena, el cartelito, etc.) pero que ahora nos trae por estos senderos penitenciales y de amargura. El PCE no es lo que era y si tuviera que regresar a las cloacas de la clandestinidad pillarían a todos sus miembros y miembras en menos que canta un gallo. Elena, tendrías que haber protestado siquiera con la luz del salón apagada, o escondida tras un sofá (ya que no una barricada), o con un pasamontañas puesto.

Por no vestir pasamontañas en su momento, ahora te ves encapuchada con capirote y perdiendo la cara (ya lo ves) ante quienes más te valoran, o valoraban, y quienes más te habrían podido defender. No te equivoques, Elena, no son los cofrades ni los criptoprogresistas filocatolicoideos quienes te sustentan y este gesto de humillación, sometimiento, pleitesía y servidumbre puede afectar a tu imagen y a tu futuro de política profesional mucho más que el gesto opuesto (sí, sí, la sirena y el cartel de "¡NO!" del que algunos incautos habríamos hecho bandera).

¿De vardad era imprescindible caer hasta ahí? ¿De verdad, Elena, no había ninguna solución que no implicara pasar por esto

Anónimo dijo...

Bien. Manuel, bien.Que Dios todopoderoso siga iluminando tu clarividencia.

Anónimo dijo...

Perdona chico, soy LOLA

Unknown dijo...

Y ?? En este país hay libertad de culto y porque estean en IU no significa que tienen que ser obliglatoriamente laico. En IU; aunque parezca mentira, hay personas católicas como las que hay en el PP, PSOE...

Por cierto, hay muchísimos cofrades que no tienen nada que ver con la religión católica, incluso hay cofrades musulmanes y ateos

David dijo...

Andrés Rodríguez, representas de manera ejemplar el absurdo, la incoherencia y aun diría el nihilismo en que vivimos, en que vivís, en que nos hacéis vivir.

Andrés, quien esté en IU, y con más razón en el PCE, tiene que defender el estado laico, la separación de iglesia y estado, la forma de estado republicana, la gestión colectiva razonable del espacio público, la gestión colectiva razonable del dinero público y la formación y educación del pueblo. Contra todos estos puntos, uno por uno, atenta el hecho de que una militante del PCE (y por tanto de IU), que además ocupa un cargo público representativo, participe en estas manifestaciones religiosas primaverales.

Ser creyente o no serlo es perfectamente compatible con lo que quieras, porque la capacidad humana para gestionar las contradicciones es casi infinita. Pero un grado de incoherencia es ser a la vez comunista y cofrade a título personal (allá cada cual y cada cuala), y un grado adicional que supera lo intolerable es ser cargo público comunista y acudir a una procesión PORQUE SE OSTENTA ESE CARGO PÚBLICO. Esto atenta no ya contra la coherencia personal (allá ella), sino contra el principio de separación de iglesia y estado para cuya defensa (entre otras cosas) se eligió a esta señora.

En otras palabras, Andrés, uno o una puede estar en IU, el PCE o lo que sea y creer en los pitufos o las hadas, incluso participar A TÍTULO PERSONAL Y PRIVADO en manifestaciones de ensalzamiento de Papá Pitufo, pero lo que no puede ser (o no tendría que poder ser) es que sus actos institucionales como persona que ostenta un cargo representativo contradigan los principios básicos de la formación política en la que milita.

En cuanto a esos cofrades que, según tú, no tienen nada que ver con la religión católica, se me ocurren varios comentarios y voy a soltarte solo algunos, al azar:

* No es verdad que no tengan nada que ver con la religión católica. Son cofrades y ser cofrade (léete los estatutos de cualquier cofradía) implica tener mucho, pero mucho, que ver con la religión católica.

* Los cofrades ateos hacen buena pareja con los vegetarianos que comen jamón. Como todo el mundo sabe, el jamón, si es de bellota, se puede considerar producto vegetal. Argumentos del mismo nivel ontológico-intelectual permiten compatibilizar el ateísmo con el fervor religioso expresando en forma de manifestación morboso-sanguinolenta primaveral.

* Los cofrades musulmanes son simplemente masoquistas: se trata no de una perversión, sino de una afición. Dicen los conservadores que si se legalizara la droga en España vendrían aquí todos los yonquis del mundo. Pero no se dan cuenta de que legalizando el ensalzamiento del dolor y la tortura vía semana santa están atrayendo a toda la masoquería mundial. Esto es una confabulación judeo-masóquica y así nos va: mujeres cofrades, ateos cofrades, comunistas cofrades, musulmanes cofrades, sin duda gente a la que le gusta sufrir, que viven encantados con que les tomen el pelo, que gozan el sentido onírico de la vida a través del sufrimento penitencial en el caos mental e ideológico que permite que en este circo primaveral tan solo los guiris entiendan de la misa la mitad, porque yo te aseguro, Andrés, que no entiendo nada.

Y hale, me despido, que soy vegetariano y tengo que dar cuenta de mi bocata de jamón. ¡De bellota!

Lansky dijo...

A mi no me extraña nada esa supuesta incoherencia entre ser comunista del PC o IU y ser cofrade vestido del Ku Kux Klan rindiendo culto a una vieja religión del desierto y a un ajusticiamiento de hace dos mil años.

En este país, lamentablemente, sólo hay dos izquierdas con representación parlamentaria: la izquierda antigua, PC, y la izquierda reciclada en derecha moderada, el PSOE; luego hay hasta fascismos, como la mal llamada 'izquierda' abertzale; o la 'izquierda nacionalista' catalana (oxymorón)

Se podría montar un desfile de Visnú o Shiva, un elefantito con decenas de brazos el viernes santo, pidiendo los permisos correspondientes, o al Supremo Fascista, el´viejo de barba blanca del Antiguo Testameneto. Este es un Estado laíco, así que, supongo, nos lo concederían (¿Con los votos de IU y PSOE?, los del PP seguro que no)

Anónimo dijo...

¡¡QUE LOS ECHEN POR INCUMPLIMIENTO DE CONTRATO !!.

Jan dijo...

Báculo de cofrade no es en representación municipal. En IU no se impide que la militancia acuda a las manifestaciones, sean de carácter religioso o civil, otra cosa es que fueran representando a Izquierda Unida.
Entonces por estar en IU no se puede ir a misa. Me parece que es sacar un poco de contexto las cosas.
Hay un libro de Díaz Salazar sobre ello, nuevo socialismo y cristianos de izquierda que cuenta muy bien estos temas y el tema del laicismo.

David García A. dijo...

Manuel, aquí hurgando en tus textos.

Vaya con el circo mediático que se carga la exroja, sus compinches y los que los patrocinan.

Acá en México, también se ponen a hervir habas. Hay un ente llamado Pablo Gómez, Senador del parlamento y ex dirigente del partido comunista mexicano, ya desaparecido, por lo menos oficialmente. La cosa es que el susodicho no pierde la oportunidad para clamar por la dizque libertad de los jerarcas católicos a ser electos políticamente a los cargos de elección popular, algo en lo que ni los mismos curas ponen énfasis o manifiestan mayor interés, puesto que ya desde hace como veintidós años se derogó la disposición constitucional que les prohibía salir a las calles en procesión religioso-política y hacer declaraciones públicas en los medios masivos de comunicación puestos a su orden, cosa que ahora hacen siempre, invariablemente, en contra de cualquier movimiento, demanda, o reclamo que tenga cualesquiera tintes democráticos o de justicia social, aunque esta sea muy pálida. Ahh, y el ingrediente de los narcosacramentos, que seguramente, los deben dejar todavía más forrados.

Así las cosas, hay mucho que decir en mi país al respecto. Nuestra historia relacionada con la iglesia católica ha sido muy cruenta, los grandes hombres que nos dieron la independencia a pesar de provenir de la iglesia católica, fueron cosa aparte, después todas nuestra calamidades como nación en el siglo XIX estuvieron ligadas a la actividad miserable y rastrera de la curia mexicana. Esta destrozada nación vive una época de mucho oscurantismo en la que hasta en los textos escolares se ha borrado eso. Es lógico si tomamos en cuenta que los prohombres que nos desgobiernan tienen sus orejas apuntadas a lo que disponga la Obra de Dios.