El Defensor y el Manto de la Virgen
En Córdoba tenemos la inconmensurable suerte de contar con un Defensor de la Ciudadanía que aúna en su persona una delicada, fragante, almibarada alma lírica con una cultivada convicción en la existencia e influencia benéfica sobre los humanos de determinados Seres Imaginarios, de la misma textura esencial que el Coco, el Bute o el Ratoncito Pérez. Nada que objetar si esa delirante convicción la guardara en los cajones de su más estricta intimidad, como los demás mortales hacemos con nuestros vicios más o menos solitarios. Pero don Francisco García Calabrés Cobo siente un irrefrenable impulso a hablarnos de ellas en público, en la prensa local para más inri, salpicándonos con sus aficiones supersticiosas como el que hablando con la boca llena nos salpica con migas masticadas.
Defiende en su lírica columna nuestro melífluo Defensor que nuestro cuerpo produce unas benéficas sustancias químicas llamadas endorfinas encargadas de procurarnos la felicidad personal. Pero que la otra, la felicidad social, la paz, la justicia, el enderezamiento de la senda torcida del mundo hay que dejárselo a la VIRGEN DE LA FUENSANTA.
Yo sólo espero que si algún día necesito de su Defensa por alguna ofensa que me haya infligido el mundo no me la delegue en semejante ídolo de deidad femenina vestida como una novia bereber. Si puedo pedir, que sea por favor en el de GHANESA, el dios hindú de la cabeza de elefante que me parece mucho más divertido, extravagante y, desde luego, con muchos más SUPERPODERES.
5 comentarios:
Así me gusta Manuel, que no te coman la moral unos pervertidos, mafiosos y ladrones cristofachas. Y gracias por el esfuerzo sobrehumano que haces plantándole cara con tus vivas palabras que nos alegran la vida bastante a menudo, aunque no tanto como nos gustaría. Yo me consuelo buceando por tu blog que es de lo más divertido. Un besote y a seguir.
Jolines, que tu página no me deja logearme. Pepa.
Me imagino que según la recomendación este señor, será el defensor de la ciudadanía católica apostólica romana. Pero me parece que nombra "Patrona" a la Fuensanta ¿Cuántos patrones/as tenemos los cordobeses? San Acisclo, Santa Victoria, San Rafael, la Fuensanta... Por protección no podemos quejarnos.
Ya te digo... Paco, en esta sacrosanta ciudad que en la que tenemos tantos protectores celestiales igual los políticos, o protectores laicos, ni son necesarios.
No te deja bloguearte, Pepa, porque no se lo pides con cariño.
¿Cambiar a la virgencita, precursora de la fecundación in vitro e in aire, por el super dumbo hindú? No sé. Es como comatrir el alcoholismo con hachís. Prefiero no tomarme al pie de la letra tus sugerencias ( y mucho menos las de tu almibarado criticado)
comatrir= combatir
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