(del laberinto al treinta)


domingo, 4 de mayo de 2008

Hasta los cojones de procesiones

Para que luego digan que sólo soy un insonrible, un berrinches sin causa. Esta mañana nueva procesión por mi calle. Sobre las 12 de la mañana comenzamos a escuchar los putos tambores guerreros. Al ratillo salía por el remozado arco de San Francisco unas andas con uno de los ídolos femeninos que adoran los cofrades, no sé ni el nombre ni la marca. Ni siquiera cortaron previamente el tráfico, con lo que se montó un pollo de la hostia hasta que doblaron pal Potro. Parece ser que han estado paseándolo por la zona de la Corredera y alrededores y a las 3 todavía estaban con el chunda-chunda. Los vi cuando fui por el pan. Unos 50 entre hermanos y beatillas. Menos que los de la banda. Ni fotos le hecho para demostrarlo. Pero que se me muera el gato si es mentira. He mirado en los periódicos y no ponía nada. Yo creo que lo hacen cuando les da el mono. Yo me los imagino un sábado por la noche atiborrados de güisquis e incienso en las tabernas cofrades esas agarrados unos a otros por los hombros con la boca ya torcía:

- A que no tenemos güebos de sacar mañana un paso. Ahora que tenemos pasta fresca de las cruces.
- ¿De palio?
- De lo que sea.
- A que sí. Venga Rafalin llama a tío de la banda y que nos prepare a los tamborristas para mañana.
- Hecho. ¡Semos la hostia!

A la mañana siguiente se engominan hasta los cojones, sacan los ternos de llevar medallas y las varas y se van pa la iglesia con la boca pastosa y los ojos como chupes. Ya ni se molestan en pedir permiso municipal. Si aparecen los guardias los amenazan con decírselo a la alcaldiosa. Convicta y cofrade Doña Rosa (La Morosa).

¿Qué no funciona así?

CÓRDOBA 2016 (PROCESIONES AL AÑO)




NOTA DEL LUNES:

El DIARIO CÓRDOBA trae hoy noticia de la pollinada cofrade de ayer. El crítico de procesiones del diario habla de un ingente fervor romero y cofrade. Pa mearse y no echar gota.

5 comentarios:

Mike dijo...

Doy fe, palabrita del niño jezú, esta mediodía me los he encontrado, bajaba por la Almagra con mi bicicleta camino de casa y de pronto me los he encontrado de frente sin venir a cuento, casi me muero del susto, he soltado un alegre y sonoro mecagondió (al menos me he quedao a gusto delante de los caracolillados) y me he ido en dirección contraria por Gutierrez de los Ríos. Pero es que cuando iba por la calle de los Frailes tres minutos después juro por lo más sagrado que he escuchado nuevos tambores de guerra procedentes de Mª Auxiliadora. Y la ciudad llena de cruces, país aconfesional ¡y un mojón!

algarabia dijo...

Bueno, hace sólo unos meses que me he mudado a Sevilla y una es novicia en estas lides, pero no acabo de salir del estado de shock (a veces tengo dudas de si habré desarrollado una especie de manía persecutoria con las procesiones y ya veo nazarenos hasta trabajando de cajeros en el súper.) A más tardar, hoy me he tenido que tragar desde mi propia casa el discursito de un hermano mayor y el soneto a no sé qué madre dolorosa. Ni con las ventanas cerradas se libra una. Y que nadie te oiga quejarte o hacer algún comentario irónico, que puedes acabar con más clavos en el cuerpo que un cristo en viernes santo.
Por eso disfruto mucho leyéndote, Manuel. Me ratificas que esto es así y no he perdido el juicio al cambiar de geografía ;-)
En cuatro meses la Semana Santa, la Feria de Abril y el Rocío no está mal como inmersión ¿eh? Por suerte, nos queda el Guadalquivir ;-)

Un abrazo.

Isaak dijo...

Dímelo a mí, que cuando vivía por San Lorenzo salí de casa y se me interpusieron tres tipos con vientre de ballena, cordobitas alcohólicos vinateros a dos pasos de la cirrosis, que con la plaza abarrotada a sus espaldas, una tipa cantando saetas que escuchaba un ídolo montado en un mastodóntico paso, me increparon por querer usar la vía pública y me mandaron de vuelta a casa, so pena de echarme el aliento de bruces y pegarme la sífilis de señorito cordobés que me apuesto algo que les aquejaba.
Me metí padentro y no salí hasta después de semana santa. Hé aquí mi testimonio.
Pa que luego presuman de tener mártires.

harazem dijo...

Qué ilusa, amiga Algarabía, fuiste si pensaste en algún momento que Sevilla pertenecía al mundo racional y civilizado. De ahí los síntomas alucinatorios que presentas algunos días.

Te juro que antes no era así. Esto es un movimiento neocatecumenal folclorizoide fruto de los ingentes esfuerzos de la Junta de Andalucía por dotarnos de señas de identidad, de hechos diferenciasles. Y tan diferenciales... Cada vez somos más diferentes. Los curas, mientras tanto, encantaos.

En cuanto a lo del humor andaluz, ya escribí hace tiempo una entrada comparándola con el vasco. Tal vez te sirva como prospecto de uso para que no te hielen la sangre con una mirada o un gesto si osas bromear sobre nuestro humor.

Por cierto, eres la misma Algarabía que tengo enlazada en mi barra de navegación ¿verdad?

De todas formas, y por mi parte, me alegro de que al menos encuentres disidentes en este alucinante mundo del resurgir de los paleoandaluces.

harazem dijo...

Se me olvidaba comentarte, Algarabía, que hasta el Guadalquivir es objeto de mancillación por la carcunda cofrade. Como debes saber la Virgen del Carmen, es un ídolo eminentemente marinero, cuyas performances supersticiosas tienen lugar en plena canícula veraniega en zonas marítimas. Pues bien, desde hace unos años en esta ciudad más interior que el duodeno se celebra una procesión de la misma que acaba metiendo a la imagen en una barca y paseándola ¡¡¡por el río!!! ¡Iban los cofrades cordobeses menos que los de Fuengirola!