ARTE EN CAJASUR: QUIEN CON CURAS SE ACUESTA...
Mientras se inicia el previsible y deseable, dada la supina ineptitud de los políticos andaluces para crear un motor propio de desarrollo económico de la comunidad, proceso de absorción de las cajas de ahorros andaluzas por la CAIXA para formar la Caixa Única, como anunciaba recientemente José Manuel Atencia, en Córdoba, ciudad en la que se da la beatífica circunstancia de asentar la única caja de ahorrros del estado que pertenece a la Conferencia Episcopal Española, tendremos que seguir mamando que la Iglesia Católica imponga sus criterios artísticos y morales en la mayor fundación cultural de la ciudad: la Fundación Cajasur.
Según su presentación programática esa Fundación tiene como razón de ser revertir a la sociedad los beneficios obtenidos por la Entidad. Cualquier persona que sepa leer entiende que si dice la sociedad se refiere a toda la sociedad. Es decir, a toda la sociedad. Si eso no es así, si prácticamente viene demostrando desde su fundación que eso no es así, habrá que colegir que la Fundación de marras esa miente desde la primera línea de su programa. Y eso es, demostrablemente, así. La Fundación Cajasur viene programando desde siempre actos culturales dirigidos principalmente a la parte de la sociedad cordobesa que practica una moral estrictamente católica pastoreada por los mitrados jerarcas que son los dueños del negocio y evita minuciosamente programar aquellos que según los criterios de los pastores purpurados pudieran ser causa de un perjuicio moral en las almas de todos los cordobeses, sean católicos razonables, católicos reaccionarios, de otras religiones de la competencia, agnósticos o ateos, quieran o no que sus almas sean salvadas del pecado de la contemplación de imágenes turbadoras. La intención es muy loable pero claramente agresiva y lesiva para los derechos de los ciudadanos no católicos, que también son cordobeses y que también tienen (tal vez insensatamente) la pasta metida en la Cajuela Episcopal.
Pero con todo, el problema más agudo no es que se trate de una estafa a la parte de la sociedad que no comulga con la moral reaccionaria del catolicismo canónico, sino que propicia la caída en el error de muchos ciudadanos incautos que no saben con quién se juegan las ideas, las obras y hasta la pasta hasta que no se encuentran con la sonrisa helada del gorila encorbatado de turno que les niega la entrada al paraíso de las subvenciones o de sus salas si no se atiene a las normas no escritas pero sí inscritas en la estricta moral de la Pía Fundación. Aparte de incautos también hay muchos cautos, exjóvenes promesas de la novelística, críticos de arte, periodistas manutenciadas, intelectuales, artistas, asociaciones, etc., siseñoristas practicantes, que colaboran con la Beata Fundación a base de mucho jabón y no poca vaselina.
Entre los incautos se encuentra el caso de los familiares y amigos de un joven pintor cordobés recientemente fallecido, Carlos Cerrato, antiguo becario de la Fundación, con la que se pusieron en contacto con el fin de organizar una exposición retrospectiva del artista en su ciudad natal. Ningún problema hasta que el censor fundacional contempló horrorizado uno de los cuadros preferidos del pintor, una copia del famoso El origen del mundo de Courbet, que fue inmediatamente desechado con el probable argumento de que el obsceno cuadro no representaba exactamente una imagen del origen del mundo, sino del origen del pecado. Ese pecado atroz en el que se basa el 90% de las prohibiciones de la moral católica apostólica y romana y que los eunucos ensotanados colocan desde el principio de los tiempos exactamente en el lugar que representa esa imagen. Ese órgano que siempre turbó tanto el alma de los curas, pero más turbados aún por sus propios pensamientos.
La familia se negó a semejante mutilación del conjunto de la retrospectiva y fue expulsada sin contemplaciones del paraíso de las miríficas salas cajarureñas por el arcángel de la espada de fuego y la corbata con alfiler de oro del Espíritu Santo, símbolo de la empresa.
Manos mal que en el Ayuntamiento de Córdoba (IU y PSOE), tan hipercomplaciente de continuo con las bromillas episcopales contando como cuenta a su frente con la católica renacida por el RINCÓN DE LA F, Rosa Aguilar, alias La Litúrgica, accedieron a buscar un espacio para la exposición y actualmente, hasta el 9 de febrero, puede contemplarse en la Casa Góngora de la calle Cabezas de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 y de 17.00 a 19.30.
Aquí en esta ciudad y con este tema tiene cualquiera que quiera entender la verdadera calaña moral de la Iglesia Católica un ejemplo inmejorable. A la Iglesia Católica le molesta tener en sus salas de exposición la imagen de un coño, de un simple coño, aunque ese coño forme parte de una obra de arte universalmente considerada como tal, pero en cambio no tiene ningún empacho en organizar una magna exposición conmemorativa de los 50 años de la muerte de uno de los más conspicuos teóricos del nacionalcatolicismo, la versión española del nazismo y del fascismo, que haya dado este país tan pródigo en ellos: el obispo Fray Albino. Como ya he contado en otras ocasiones este peligroso anti-sistema (democrático) fue uno de los conspiradores que más arduamente lucharon para destruir la incipiente democracia instaurada por la II República Española, colaborador entusiasta del golpe militar que la derribó y ejecutó el genocidio programado posterior, en el que fueron asesinados a sangre fría más de 7.000 cordobeses, y pieza clave en la conversión del país en un enorme campo de concentración vigilado por el Ejército, la Guardia Civil y la Iglesia Católica. La brutal destrucción física y moral del país que produjo la guerra desatada con su ayuda creó las bases necesarias de miseria social que luego permitieron al obispo pasar a la historia como prodigador de viviendas para los vencidos y convertirse en uno de los héroes de esta ciudad donde es adorado legalmente por una nube de ciegos morales, supersticiosos empedernidos y canallas sin complejos, orquestados por la Santa Madre Iglesia. Con la complicidad de los políticos de izquierdas sin escrúpulos que han permitido la ignominia de que se le haya dedicado recientemente una calle, responsabilidad de Rosa Aguilar (IU) y ¡¡¡un colegio público!!!, de la del responsable del ramo de la Junta de Andalucía (PSOE). Lo de dedicarle un colegio al siniestro obispo lo debió entender la Junta como un homenaje a quien fue autor de una conseguida adaptación para los niños españoles de la posguerra del Mein Kampf de Hitler, bajo el imperioso título de CATECISMO PATRIÓTICO ESPAÑOL. ¡Heil!
5 comentarios:
Si esa es la copia, ese Carlos Cerrato era un copista excelso. En todo caso, me sorprende que te sorprendas. Pues claro que el coño es el origen del pecado y claro que los pecados contra el sexto son los más graves que hay. Y tú, en vez de agradecer a Caja Córdoba que te protejan de peligros para la salvación de tu alma inmortal, vas y te quejas. No tienes remedio, amigo.
Manuel, ¿tienes el catecismo patriótico español? Creo que convendría escanearlo y ponerlo en la red. Al menos sus partes más sustanciosas. ¿Cómo ves esa posibilidad? David.
Miroslav: no, afortunadamente pude comprobar que se trataba de una versión y no de una copia literal. Fui, la afoté y la colgué.
En cuanto a lo de la salvación de mi alma me quejo por cansancio, porque Cajasur lleva salvándome de mí mismo más de 20 años. Al principio me ponía, pero al final el masoquismo eunuco cansa.
David: Sí que lo tengo, no el original, sino una reedición que publicó el monje Hilari Raguer, uno de los escasísismos ejemplares de curas antifascistas, para la Editorial Península en 2003. Hace poco escribió en El País contra la patochada de Bono y la Madre Mparabillas. El prólogo de Raguer es muy bueno, muy saludable, viniendo de un cura.
Llevo tiempo pensando hacer lo que me pides. Ya es hora. En unos días lo cuelgo.
Por cierto, ¿qué me dice de lo del ayuntamiento y su ayuntamiento con los astrólogos feriantes?
UN abrazo
Manuel, no dejes lo de colgar el catecismo, sobre ese material se pueden efectuar luego muchas acciones de divulgación y contra-propaganda. Contra la deconstrucción de la historia. En cuanto al mercadillo mercachifle con astrólogos haciendo de astrónomos y toda la pesca, pues que me parece un gesto de coherencia radical por parte del santísimo ayuntamiento: del confesionalismo franquista, pasando por el criptoconfesionalismo constitucional, hasta el panconfesionalismo, ¡barra libre para todas las supersticiones, servidas en ensalada con sus antídotos, para neutralizar la razón! Catolicismo mezclado con comunismo; astrología mezclada con astrología; curandería-homeopatía mezclada con medicina; solo falta una exposición de cromos de futbolistas presentada como arte clásico, y otra de madelmanes como escultura contemporánea.
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