Israel asesino, también en Navidad
Los gobernantes del estado de Israel, con la connivencia de la mayor parte de la población, han vuelto a ordenar a su ejército que siembre de muerte y destrucción los territorios de sus vecinos. La excusa del secuestro de un soldado por activistas palestinos le ha servido para invadir por enésima vez Gaza y arrojar sus racimos de bombas sobre sus casas, campos, playas y mercados repletos de hombres, mujeres y niños.¡¡¡¡¡¡Moratinooooooooooooooooos!!!!!Dí algo, anda, Carapapa, mueve tu boquita floja y dile algo de parte del pueblo español al embajador, al torvo Victor Harel. Ya sabemos de tu tradicional tendencia a la complicidad por omisión, pero no perdemos la ilusión de que un día te salga la vergüenza del cuerpo, de cualquiera que sea la parte donde la tengas guardada, y cumplas con tu obligación de representarnos.
Ese post lo publiqué en junio de 2006 en una de las anteriores matanzas de civiles que el estado israelí perpetró en los territorios robados a sus vecinos palestinos. Nada ha cambiado. Sólo el nombre del embajador israelí. NUEVA MATANZA ayer mismo con la tradicional complicidad de las potencias occidentales. Y la respuesta del bueno de Moratinos, cuando hoy domingo salga de misa (¿habrá ido a la de Colón?) seguirá siendo la misma. Ya en su etapa de delegado de la UE en Oriente Medio, ante la destrucción sistemática de las infraestructuras palestinas pagadas por la UE y el asesinato de civiles por parte del ejército israelí, lo único que acertaba a decir era aquello tan bonito de: ¡Pero hombre, vamos a llevarnos bien!
La única vez que se le ha visto usar sus cojones a Moratinos fue ante un puñado de estudiantes palestinos que le preguntaron por la descarada complicidad de Europa con el estado criminal. Ahí sí que los puso encima de la mesa y les cantó las verdades a los chicos. Y es que con diplomáticos así, para qué quiere Israel comprensión.
1 comentario:
qué miserables! Me gustaría q esta noticia fuese sólo una macabra broma para el día de los inocentes, pero no.
Qué dolor Harazem!
Publicar un comentario